Diplomado
Superior de Formación de Tutores
Para el Acompañamiento en EMS
|
Tutores Escolares Colaboradores: Enér Gálvez, Marcela Aguilar, Carolina
Balderrama, Pamela Grijalva, Edna Lagarda, Elizabeth
Urbalejo, Myriam
Ballesteros.
La importancia de la expresión
oral como estrategia de comunicación en el contexto de la Pedagogía de la
comunicación.
El éxito educativo depende estrechamente de la aptitud
para manejar el lenguaje de ideas propio de la educación (Pierre Bourdieu)
A través del tiempo los
seres humanos hemos tenido la necesidad de comunicarnos es así como aparece el
lenguaje, por medio del cual expresamos lo que queremos decir a otras personas
(sentimientos, ideas, conocimientos, etc.). Utilizar el lenguaje correctamente
implica un determinado grado de complejidad sobre todo si tomamos en cuenta que
el sistema del lenguaje es la gramática. Tener conocimientos gramaticales nos
lleva a la adquisición de saberes prácticos que nos permiten organizar nuestro
pensamiento y de esta manera poder expresar nuestras ideas y producir e
interpretar mensajes en una gran variedad de situaciones comunicativas
(Velázquez, 2007).
Martha
Virginia Müller en su libro Técnicas de comunicación oral, establece la
diferencia entre expresión oral y comunicación; expresión, dice, es el hecho de
exteriorizar lo que uno piensa, siente o desea. La comunicación, por otra
parte, va más allá, supone que un emisor, empleando correctamente unas técnicas
de expresión adecuadas, transmita un mensaje claro, preciso y ordenado a uno o
varios receptores o destinatarios (Ponce, 2011).
La expresión
oral es de gran importancia como
estrategia de comunicación en el contexto de la Pedagogía de la comunicación porque en la cotidianidad de nuestras vidas es
la que más se utiliza, en el artículo Pedagogía del Silencio lo señala Francesc
Torralba quien dice: “En nuestra cultura, la pedagogía ha centrado su interés
en la articulación de la palabra. En la escuela primaria, el niño aprende el
vocabulario fundamental para poder expresar sus experiencias… ( ) De una
manera global podríamos decir que la
pedagogía ha focalizado sus esfuerzos en la construcción verbal del sentido”
(Torralba, 2011). A través de ella logramos comunicarnos sin estar presentes,
como se hace notar en la película “El discurso del Rey”, en donde para poder comunicar un gran
discurso dada la circunstancia en la que se encontraba el país, era necesario
transmitirlo de manera oral a la nación,
el protagonista una persona que tenía dificultades para poder establecer una
comunicación oral, logra dominar esta estrategia de comunicación y recibe un
gran reconocimiento por lo que logra trasmitir.
Ahora bien, la
comunicación oral adquiere una gran sentido, si tomamos en cuenta todos los
componentes que la contienen, nuestra
comunicación será mucho más eficaz, sobre todo en ese proceso educativo que tanto necesitamos
atender. Muestra de ello es muy palpable
en la película “El amor tiene dos caras” donde la Maestra establece si bien la
estrategia de una comunicación oral dentro de su trabajo aúlico, toma en cuenta
todos los elementos que la acompañan como: contacto visual con sus alumnos, el
contenido de su discurso esta contextualizado dentro de la cotidianidad de los
alumnos, interactúa con ellos, lanza preguntas, escucha las respuestas, esta
situación en contraposición del Maestro de Matemáticas que también utiliza la
expresión oral, sin embargo el discurso va dirigido a él mismo, como le comenta
la Maestra: “estás haciendo una fiesta pero para ti mismo”. Da la espalda
a los jóvenes, no percibe si lo siguen o no, se entusiasma dentro de su
propio contexto sin tomar en cuenta el de los demás y es evidente que utiliza
la forma de expresarse oral sin embargo no comunica. Al respecto Freire en el video Pedagogía de la palabra comenta: “Mi voz no tiene sentido sin
la voz del otro”, “El punto de partida
de la educación está en el contexto cultural, político y social de los
educandos”.
El éxito de la
comunicación depende de que los mensajes sean comprendidos por los
participantes en la misma, así como también de desarrollar nuestra capacidad de
escuchar. Es preciso tener en cuenta que en la comunicación no basta considerar
sólo la información que se transmite,
sino tener en cuenta lo que se llama “información semánticamente
significativa”, es decir, no la que parte del emisor, sino aquella que “llega”
al receptor la que “funciona”, la que influye en el comportamiento del
receptor, la que tiene sentido para él, de ahí que el conocimiento de las
características de los receptores es de suma importancia para lograr una
adecuada comunicación (Monarres, 2011).
Es en la escuela donde el alumno
empieza a adquirir las herramientas necesarias para poder expresarse de manera
correcto a lo largo de su vida, ya que estas le permitirán desarrollarse en el
mundo actual.
En la enseñanza –aprendizaje
hay que tener en cuenta la lengua actual, permitiéndole al docente elevarse
desde la realidad lingüística inmediata, próxima, real que utiliza el alumno
como usuario de la lengua, hasta los niveles en que este perciba que la lengua
puede convertirse en una gran obra de arte. La enseñanza-aprendizaje se realiza
como un diálogo real y fructífero, basado en la convicción de que los hábitos
verbales son modificables y por consiguiente, mejorables.
Ese desempeño, materializado
en sus comunicaciones orales nos obliga a que desde el punto de vista didáctico
establezcamos una distinción entre expresión y comunicación indisolublemente
ligadas, pero no en estatus de sinónimos. Si pensamos en términos de expresión
nos conduce a detenernos en “qué dice” y “como lo dice” (correlación en la que
tradicionalmente se ha centrado el interés en la praxis de la expresión oral);
por su parte pensar en términos de comunicación incorpora el “porqué” y “para
qué” lo que condiciona el tratamiento de “intenciones” y “finalidades”
comunicativas adecuadas a diferentes tipos de textos.
La importancia del diálogo en
una educación individualizada e integral, ya que en dicha educación, el
principio pedagógico del aprendizaje es la acción, la cual debe considerarse
para diseñar actividades que ayuden a los alumnos a aprender a interpretar y
comprender cabalmente los mensajes para así lograr una mejor comunicación oral.
El diálogo es un tipo de
discurso idóneo que puede ser aprovechado en aulas donde se desarrollen las
asignaturas de formación básica y de la especialidad para realizar intercambios
constantes entre los estudiantes. Los docentes están en constante diálogo con
los alumnos desde que llegan al aula y saludan, preguntan sobre un tema,
revisan un ejercicio escrito u organizan un trabajo investigativo; en todo
momento, por cualquier circunstancia, se origina un diálogo y quizás, no
siempre son aprovechadas las oportunidades para afianzar destrezas específicas.
Por lo que es necesario destacar la importancia del uso del diálogo con fines
curriculares, pues, más que el intercambio entre dos personas, persigue un
objetivo didáctico que consiste en trabajarlo no sólo como tipo de discurso,
sino como técnica esencial para potenciar el habla. Se puede referir que el
análisis de la comunicación por medio del lenguaje oral requiere tener en
cuenta elementos relativos a la producción del habla los cuales intervienen en
la determinación de la efectividad de la comunicación (Soca y Gancedo, 2010).
La expresión
oral se observan en los estudiantes tanto en su competencia para comunicar sus
ideas oralmente con seguridad, precisión y propiedad, como para escuchar con
atención, respetar y tener en cuenta los argumentos y las opiniones de sus
interlocutores y, de este modo, participar en el proceso de construcción del
conocimiento a través del diálogo vivo con diferentes formas de pensar. No
obstante, a pesar del papel fundamental que tiene la oralidad en la educación
superior, son escasas las instituciones que ofrecen estrategias explícitas para
la formación de la expresión oral de los estudiantes, una competencia que resulta
crucial no sólo para sus estudios, sino también para el ejercicio profesional y
para participar activamente en la construcción de lo social (Peña, 2008).
Formas de la
expresión oral:
Ø Espontánea
Ø Reflexiva
Ø Reflexiva
Nos expresamos oralmente, de forma espontánea, para llamar la atención
de quiénes nos rodea; narrar lo que nos ha ocurrido, expresar nuestros
sentimientos, deseos estados de ánimo o problemas, argumentar nuestras
opiniones o manifestar nuestros puntos de vista sobre los más diversos temas:
La expresión espontánea por excelencia es la conversación, que utilizamos en
las situaciones cotidianas de la vida. Cuando exponemos de forma reflexiva
algún tema lo hacemos generalmente, aunque no siempre de forma objetiva, tras
haberlo pensado y analizado detenidamente. Utilizamos esta modalidad expresiva
en los discursos académicos, conferencias, charlas, etc. y algunos programas de
los medios de comunicación.
Expresión
oral espontánea

La estructura del discurso es generalmente abierta, ya que el texto se
elabora en el momento mismo en el que se habla. El emisor puede variar su
discurso, puede alargarlo a acortarlo en función de la reacción que causa en el
que lo escucha.
La expresión
oral por lo general es dinámica, expresiva innovadora. Cobra en ella gran
importancia el acento el tono y la intensidad dados a cada palabra o frase,
porque atraen o refuerzan la atención del oyente. La modulación de la voz, los
gestos los movimientos de nuestro rostro y cuerpo, ayuden a comprender el
verdadero significado del discurso; también influyen la intensión y el estado
de ánimo de quién habla. En la expresión oral se reflejan las variedades
lingüísticas geográficas, sociales y de estilo, que ponen de manifiesto la
procedencia y la cultura de quién se está expresando.
Al estar el
discurso poco elaborado, en la expresión oral son frecuentes:
Ø Las interrupciones
momentáneas, repeticiones, incoherencia y divagaciones.
Ø Las palabras comodín.
Ø Las muletillas.
Ø Las locuciones (grupos de palabras), los refranes o frases hechas.
Ø Las expresiones interrogativas y exclamativas.
Ø Las incorrecciones lingüísticas.
Ø Los errores de concordancia.
Ø Las frases sin terminar.
Ø Las metáforas coloquiales.
Ø Los sufijos diminutivos o aumentativos.
Ø Las intensificaciones.
Ø Las fórmulas de apertura o cierre de la conversación.
Ø Las fórmulas expresivas para mostrar conformidad, desacuerdo, enfado.
Ø Las palabras comodín.
Ø Las muletillas.
Ø Las locuciones (grupos de palabras), los refranes o frases hechas.
Ø Las expresiones interrogativas y exclamativas.
Ø Las incorrecciones lingüísticas.
Ø Los errores de concordancia.
Ø Las frases sin terminar.
Ø Las metáforas coloquiales.
Ø Los sufijos diminutivos o aumentativos.
Ø Las intensificaciones.
Ø Las fórmulas de apertura o cierre de la conversación.
Ø Las fórmulas expresivas para mostrar conformidad, desacuerdo, enfado.
La expresión reflexiva

Cuando se
conversa se está entablando un diálogo, la forma de comunicación más directa en
el que uno habla y otro responde, rebatiendo, refirmando o completando los
planteamientos que se presentan. Es además un método ideal par a conocer e interactuar con otras personas. A su vez
puede llegar a ser un medio para la solución de problemas. En general y a nivel
mundial el dialogo es una herramienta de de peso que aporta a la solución de
conflictos y obtención de favorables resultados.
El diálogo, forma bipersonal básica de comunicación humana, es usado a
diario y de forma espontánea durante de la clase, favoreciendo con su uso la
socialización y el desarrollo de pautas de convivencia, así como también puede
despertar interés por la transmisión oral.
Por todos resulta conocida la importancia del diálogo en
una educación individualizada e integral, ya que en dicha educación, el
principio pedagógico del aprendizaje es la acción, la cual ha de tenerse en
cuenta para diseñar actividades que ayuden a los alumnos a aprender a
interpretar y comprender cabalmente los mensajes para así lograr una mejor
comunicación oral. Analizar y
organizar las ideas antes de comunicarlas, utilizar un lenguaje sencillo,
directo, teniendo en cuenta el nivel del interlocutor, explicar o repetir, ser
paciente para escuchar a los demás, verificar si fue captado el mensaje, cuidar
la voz, la dicción, escogiendo un ritmo adecuado para hablar, son a modo de
conclusión algunas recomendaciones que se deben tener en cuenta para favorecer
la comunicación oral.
Según Wijgh, la competencia lingüística es la habilidad de producir e
interpretar expresiones significativas, formadas por las reglas adecuadas de la
lengua. La competencia funcional sería la habilidad de elegir y utilizar las
funciones comunicativas adecuadas. En lo que es la competencia estratégica se
refiere a la aplicación de estrategias discursivas que son necesarias para un
desarrollo apropiado de una conversación, incluidas las estrategias
compensatorias.
La expresión oral como estrategias de aprendizaje:
¿Qué es lo que
se entiende por estrategias de aprendizaje?
La literatura ofrece diversos modelos o
clasificaciones de éstas a la vez que se proponen diferentes definiciones desde
distintos enfoques. Chamot & O'Malley (1990: 1), por ejemplo, definen
las estrategias como pensamientos
especiales, o comportamientos que ayudan a los individuos a comprender,
aprender o retener información nueva. Aplican la división clásica de
estrategias metacognitivas, cognitivas y socioafectivas. Por estrategias
metacognitivas entienden las habilidades de ejecución de orden mayor. Esto
implica pensar sobre el proceso de aprendizaje, la planificación para el
aprendizaje, el monitoreo de la comprensión o producción cuando se haya
completado. Las estrategias cognitivas
son las que se dirigen directamente sobre la información nueva, manipulándola
de tal manera que se estimule el aprendizaje. Son las que están más directamente relacionadas con las tareas de
aprendizaje individual y que implican una directa manipulación o transformación
de los materiales de aprendizaje. Finalmente, las estrategias
socioafectivas son un grupo extenso porque implican una interacción con otra
persona. Son estrategias de aprendizaje cooperativas, que implican una
interacción entre los interlocutores para alcanzar un objetivo de aprendizaje
común y hacer preguntas para obtener explicaciones (Chamot & O'Malley,
1990: 8, 45).
El
nivel de concienciación de la aplicación de una estrategia determinada se ve
más claramente en la definición de Cohén (1990: 5), quien acentúa el aspecto
intencional involucrado en las estrategias de aprendizaje. Afirma que se trata
de una estrategia cuando el alumno conscientemente elige utilizarla, en otro
caso se trata de un proceso. El elemento de elección es tan importante porque
le da el carácter especial a las estrategias de aprendizaje.
Skehan
(1998: 27), por otro lado, habla de estrategias de comunicación y estrategias
de aprendizaje. Define las estrategias de
comunicación como soluciones a problemas de comunicación inmediatos, y las
estrategias de aprendizaje como actividades del aprendiz con la intención de
dirigir un desarrollo a largo plazo. Sin embargo, con esto no descarta que
las estrategias de comunicación, que son de naturaleza inmediata y no de uso a
largo plazo, no puedan funcionar aportando al proceso de aprendizaje. Cuando
los alumnos utilizan repetidamente las estrategias de comunicación, éstas
apoyan el proceso de aprendizaje. En esta línea también se encuentra el
enfoque de Stern (1983: 411) que habla de estrategias comunicativas que desarrollan
y/o utilizan los interlocutores, o bien técnicas que desarrollan los alumnos
para manejar problemas que surgen a la hora de comunicarse en una lengua
extranjera que no dominan del todo.
Bibliografía
Consultada:
Aniceto
Vela Linares.(2010). “LA EDUCACIÓN BASADA EN COMPETENCIAS. “Elemento
articulador de la RIEMS”. Profesor del Centro de Bachillerato Tecnológico
Forestal No. 5.Tierra Colorada, Gro. Méx. Consultado el 1 de Marzo del 2012: https://docs.google.com/viewer?a=v&q=cache:73EKfsMAhNsJ:cosdac.sems.gob.mx/recursos_en_linea/articulossems/docs/EDUCACION_BASADA_EN_COMPETENCIAS.pdf+Aniceto+Vela+Linares.+Profesor+del+Centro+de+Bachillerato+.EDUCACI%C3%93N+BASADA+EN+COMPETENCIAS.+%E2%80%9CElemento+articulador+de+la+RIEMS%E2%80%9D.&hl=es&gl=mx&pid=bl&srcid=ADGEESiZX6AHnwVSqJtDKZy8meks_Iz1Ryw1Op0oOY8XwHE_DLD-BPxXsmIk8GMTjhThcA-
Kremers M.F. (2000). “El Uso de las Estrategias de Aprendizaje en
la Expresión Oral”. ASELE Actas XI. Centro Virtual Cervantes. Consultado el 27 de Mayo del 2012en:http://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=web&cd=2&ved=0CFgQFjAB&url=http%3A%2F%2Fcvc.cervantes.es%2Fensenanza%2Fbiblioteca_ele%2Fasele%2Fpdf%2F11%2F11_0461.pdf&ei=06XFT8LLN8is2gWu9anJAQ&usg=AFQjCNFhaoVuukHU5htVC6LLLCuvZbg6LQ
Monarres, L., (2011) La
importancia de la comunicación oral en la pedagogía de la comunicación. Consultado
el 29 Mayo en: http://diplotutores.blogspot.mx/2011/12/la-importancia-de-la-expresion-oral.html
Peña
B. Luis Bernardo, 2008. La competencia oral y escrita en la educación superior.
Comité Consultivo para la Definición de Estándares y Evaluación de Competencias
Básicas en la Educación Superior. Ministerio de Educación Nacional, España.
Consultado el 18 de Mayo del 2012 en: http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-189357_archivo_pdf_comunicacion.pdf
Ponce
S. Mónica, 2011. La importancia de la expresión oral. México. Consultado el 29
de Mayo de 2012 en: http://laimportanciadelaexpresionoral.blogspot.mx/2011/12/la-importancia-de-la-expresion-oral_14.html
Soca
Marrero Yarelys y Gancedo Álvarez Kayren, 2010. Importancia de la comunicación
oral. Instituicón Laboral: Policlínico XX Aniversario Santa Clara. Cuba.
Consultado el 18 de Mayo del 2012 en: http://www.gestiopolis.com/administracion-estrategia/comunicacion-oral-importancia-proceso-docente.htm
Torralba, F. Pedagogía del Silencio. CECYTES
Documento que forma parte de los documentos de apoyo del Diplomado Superior
de Formación de Tutores, para el acompañamiento en EMS. Módulo II
Velázquez V. Rosalba,
2007. Importancia del Desarrollo de la expresión oral en el contexto escolar.
México. Consultado el 29 de Mayo de 2012 en: http://rosal_v.lacoctelera.net/post/2007/09/20/importancia-del-desarrollo-la-expresion-oral-el-contexto